15 de octubre de 2010

SOLO LAS MADRES ESPECIALES TIENEN HIJOS ESPECIALES

     Este año, casi cien mil mujeres serán madres de chicos discapacitados. ¿Alguna vez imaginó cómo son elegidas las madres de chicos discapacitados?
   De alguna manera me imagino a Dios rondando sobre la Tierra, eligiendo a sus instrumentos con gran cuidado y deliberación. Mientras observa, sus ángeles tomas nota en un Libro Mayor gigante.
   -Amstrong, Beth, hijo. Santo Patrono: Matías.
   -Forrest, Marjorie, hija. Santa Patrona: Cecilia.
   -Rutledge, Carrie, mellizos. Dénselos al Santo Patrono Gerardo. Está acostumbrado a la irreverencia.
   Finalmente, le da un nombre a un ángel, y sonriendo, le dice: -Dale un niño discapacitado.
   El ángel es curioso.
-¿Por qué esta, Señor? Ella es tan feliz…
   -Exactamente, sonríe el Señor. ¿Podría dar un niño con problemas a una madre que no conoce la risa? Eso sería cruel.
   -Pero, ¿tiene ella paciencia?- Preguntó el ángel.
   -No quiero que le tenga demasiada paciencia, o se ahogará en un mar de desaliento y pena por sí misma. Una vez que el shock y el resentimiento se le hayan pasado, va a ser capaz de enfrentarlo.
   Yo la estuve observando hoy continúa Dios -y ella tiene esa personalidad y esa independencia que son tan raras y tan necesarias en una madre. Verás, el chico que le voy a dar va a tener su propio mundo. Ella va a tener que hacerlo vivir en el de ella y eso no va a ser fácil.
   -Pero Señor, replica el ángel, yo creo que ella ni siquiera cree en Ti.
   Dios sonríe: -No importa, eso lo puedo arreglar. ¡Esta es perfecta, tiene el suficiente egoísmo!
   El ángel se asombra: -¿¡Egoísmo!? ¿Acaso es eso una virtud?
   Dios asiente: -Si no se puede separar de su hijo ocasionalmente, nunca va a sobrevivir. Sí, aquí tenemos una mujer a la cual voy a bendecir con un hijo menos que perfecto. Ella todavía no se da cuenta, pero es para ser envidiada. Ella nunca va a dar por su-puesta una palabra hablada; ella nunca va a considerar un progreso como natural; cuando su hijo diga “mamá” por primera vez, ella va a estar presenciando un milagro y lo va a saber. Cuando le describa a su hijo ciego un árbol o un atardecer, ella los va a ver como pocas personas ven mis creaciones. Yo voy a permitirle ver claramente las cosas que Yo veo… Ignorancia, crueldad, prejuicio… Y le voy a permitir estar por enci-ma de ellas. Nunca va a estar sola: Yo estaré a su lado cada minuto de cada día de su vida, porque ella estará haciendo mi trabajo, tan seguro como que ella está aquí, junto a Mí.
   -¿Y qué hay de su Santo Patrono? Le pregunta el ángel con la lapicera en el aire.
  Dios sonríe: -Un espejo será suficiente.

Emma Bombeck

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