Este año, casi cien mil mujeres serán madres de chicos discapacitados. ¿Alguna vez imaginó cómo son elegidas las madres de chicos discapacitados?
De alguna manera me imagino a Dios rondando sobre la Tierra , eligiendo a sus instrumentos con gran cuidado y deliberación. Mientras observa, sus ángeles tomas nota en un Libro Mayor gigante.
-Amstrong, Beth, hijo. Santo Patrono: Matías.
-Forrest, Marjorie, hija. Santa Patrona: Cecilia.
-Rutledge, Carrie, mellizos. Dénselos al Santo Patrono Gerardo. Está acostumbrado a la irreverencia.
Finalmente, le da un nombre a un ángel, y sonriendo, le dice: -Dale un niño discapacitado.
El ángel es curioso.
-¿Por qué esta, Señor? Ella es tan feliz…
-Exactamente, sonríe el Señor. ¿Podría dar un niño con problemas a una madre que no conoce la risa? Eso sería cruel.
-Pero, ¿tiene ella paciencia?- Preguntó el ángel.
-No quiero que le tenga demasiada paciencia, o se ahogará en un mar de desaliento y pena por sí misma. Una vez que el shock y el resentimiento se le hayan pasado, va a ser capaz de enfrentarlo.
Yo la estuve observando hoy continúa Dios -y ella tiene esa personalidad y esa independencia que son tan raras y tan necesarias en una madre. Verás, el chico que le voy a dar va a tener su propio mundo. Ella va a tener que hacerlo vivir en el de ella y eso no va a ser fácil.
-Pero Señor, replica el ángel, yo creo que ella ni siquiera cree en Ti.
Dios sonríe: -No importa, eso lo puedo arreglar. ¡Esta es perfecta, tiene el suficiente egoísmo!
El ángel se asombra: -¿¡Egoísmo!? ¿Acaso es eso una virtud?
Dios asiente: -Si no se puede separar de su hijo ocasionalmente, nunca va a sobrevivir. Sí, aquí tenemos una mujer a la cual voy a bendecir con un hijo menos que perfecto. Ella todavía no se da cuenta, pero es para ser envidiada. Ella nunca va a dar por su-puesta una palabra hablada; ella nunca va a considerar un progreso como natural; cuando su hijo diga “mamá” por primera vez, ella va a estar presenciando un milagro y lo va a saber. Cuando le describa a su hijo ciego un árbol o un atardecer, ella los va a ver como pocas personas ven mis creaciones. Yo voy a permitirle ver claramente las cosas que Yo veo… Ignorancia, crueldad, prejuicio… Y le voy a permitir estar por enci-ma de ellas. Nunca va a estar sola: Yo estaré a su lado cada minuto de cada día de su vida, porque ella estará haciendo mi trabajo, tan seguro como que ella está aquí, junto a Mí.
-¿Y qué hay de su Santo Patrono? Le pregunta el ángel con la lapicera en el aire.
Dios sonríe: -Un espejo será suficiente.
Emma Bombeck
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